Propósito

Propósito

Propósito

Propósito

Impulsar el cambio restaurando

y protegiendo el océano

Vivimos en un planeta azul que refleja solo una décima parte de la abundancia natural que alguna vez tuvo. La vida comenzó en el océano, y la vida (al menos la nuestra) podría terminar si no nos comprometemos con problemas como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Es hora de reconstruir el futuro, no sólo para sobrevivir, sino para prosperar.

Estamos convencidos de que es posible cambiar el rumbo si adoptamos un enfoque innovador y colaborativo. Para ello, necesitamos diseñar economías más sostenibles y recuperar culturas locales que valoren y protejan el océano a largo plazo. La naturaleza ya nos enseña cómo trabajar en conjunto, y podemos aprender de ella para construir un futuro donde el planeta, las comunidades y las personas se beneficien mutuamente.

Trabajamos junto a comunidades y organizaciones locales para impulsar un cambio desde la base.
Recordamos el mundo que existía antes que nosotros y creemos que lo que una vez fue, puede volver a ser.

Por el Mar

Ya sea que vivamos en una gran ciudad a 1.000 kilómetros del mar o en un pueblo costero, nuestras vidas están ligadas al océano. Porque el aire que respiramos, los alimentos que consumimos y la temperatura que sentimos dependen de él.

El mar regula el clima al redistribuir el calor en todo el planeta, absorbe más del 30% de las emisiones de CO2 y produce la mitad del oxígeno que respiramos gracias al fitoplancton y las algas. Además, casi toda la lluvia que cae en la Tierra proviene de la evaporación de sus aguas. En definitiva, el mar es fundamental para que la vida en el planeta sea posible.

Pero el océano es más que eso. Alguna vez, fue un ecosistema lleno de vida, con praderas de pastos marinos, manglares y bosques de kelp que daban refugio y alimento a miles de especies. Hoy, todo eso está en riesgo. La sobrepesca redujo la cantidad de peces, alterando el equilibrio natural. La contaminación, el desarrollo costero no planificado, y las prácticas de acuicultura y piscicultura industrial destruyen los hábitats marinos y crean “zonas muertas” sin oxígeno. Además, los plásticos invaden hasta los rincones más remotos, dañando la fauna marina.

Por el Mar
Por el Mar

El cambio climático agrava esta situación con el aumento del nivel y la temperatura del mar, afectando tanto a las especies marinas como a las comunidades costeras. Aunque perdimos mucho, todavía hay mucho por salvar. El mar es resiliente y puede recuperarse si actuamos ahora.

Es momento de imaginar un océano saludable nuevamente y de sumar esfuerzos para protegerlo y restaurarlo.

01 Ciencia y conservación

La ciencia es la base de nuestra comprensión de los ecosistemas marinos. En PEM, fomentamos la investigación continua y llevamos registro de los resultados, de las amenazas subyacentes y de las posibles soluciones. Traducimos la evidencia científica en posibles programas y políticas de conservación.

02 Gestión Política

Las políticas públicas desempeñan un papel fundamental en la protección del océano. En PEM trabajamos en estrecha colaboración con las comunidades, líderes locales, expertos en políticas y científicos para desarrollar las mejores herramientas legales para cada territorio.

03 Gestión Local

Proteger el océano a largo plazo solo es posible a través de la gestión local. Aprendiendo de las comunidades locales y trabajando en colaboración con ellas para que se apropien de los esfuerzos de conservación, podemos apoyar un cambio desde la base que se convierte en parte de la memoria cultural. Las comunidades locales son las verdaderas guardianas del lugar donde viven y al que aman, fortaleciendo el vínculo entre las personas y el mar que se transmite de generación en generación.

04 Comunicación y activismo

La comunicación es clave para transmitir la importancia de la conservación a un público más amplio. Buscamos generar un vínculo profundo entre las personas y el mar a través de contenido de calidad y narrativas creativas que acerquen temas complejos de manera accesible. Al hacerlo, aumentamos el apoyo a las iniciativas de conservación e inspiramos acciones desde el activismo, promoviendo un compromiso colectivo y participativo.